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¿Qué es astenia primaveral y por qué te sientes sin energía?

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Mujer con astenia primaveral

Tiempo de lectura: 7 minutos

La astenia primaveral, conocida también como fatiga o cansancio primaveral, es un síntoma asociado al cambio de estación, que está asociado a fatiga física y mental. No es una enfermedad, sino un malestar que se presenta en el cambio de estación del invierno a la primavera.

El cambio de horario, la variación en la cantidad de luz solar, el aumento de las temperaturas y las alteraciones en los ritmos biológicos son factores que pueden contribuir a esta sensación de agotamiento. Sin embargo, no se conoce cuál es su causa exacta.

En este artículo explicamos cuáles son los principales síntomas de la astenia primaveral y por qué aparece con la llegada de la primavera. Además, comentamos qué factores la agravan, cómo diferenciarla de otros trastornos y qué estrategias pueden ser útiles para recuperar la energía y la sensación de bienestar. 

¿Cómo identificar los síntomas de la astenia primaveral?

Los síntomas que acompañan o se asocian a la astenia primaveral son muy variados, y es importante reconocerlos para diferenciar este malestar de ciertas condiciones médicas que también producen fatiga. Dentro de los más importantes, se encuentran:

  • Tener sensación de cansancio y de somnolencia durante el día.
  • Sentir que no se tiene energía para llevar a cabo ninguna actividad.
  • Padecer de alteraciones del sueño y tener problemas para conciliar el sueño durante las noches.
  • Padecer de ansiedad, irritabilidad, malestar emocional y falta de motivación.
  • Perder el apetito.
  • Experimentar dolores de cabeza y problemas para concentrarse.
  • Experimentar una disminución significativa de la lívido.

Estos síntomas suelen aparecer de forma gradual y pueden confundirse fácilmente con el cansancio habitual o con otros estados emocionales pasajeros. Sin embargo, una de las características principales de esta condición es una sensación de fatiga persistente que no mejora con el descanso.

Las personas que la padecen suelen sentirse sin energía desde que se despiertan, y a lo largo del día experimentan uno o más síntomas de los que mencionamos antes. Esta fatiga no tiene una causa médica evidente, y suele coincidir con los primeros días de la primavera, y es precisamente por ello que se conoce como astenia primaveral.

Aunque los síntomas suelen ser leves y temporales, afectan la calidad de vida de quienes los padecen y pueden tener un impacto negativo en las relaciones personales, el trabajo o las responsabilidades académicas.

Recomendamos leer uno de nuestros artículos, en el que explicamos qué suplementos tomar para mantenerse saludable y evitar problemas relacionados a la fatiga. Consideramos que es importante porque puede complementar todo lo que explicamos en esta nota. 

Principales causas que provocan la astenia primaveral

Col·legi de Farmacèutics de Barcelona señala que, a diferencia de la astenia orgánica, que se produce por estrés, ansiedad, depresión o alguna enfermedad, no se conocen las causas exactas de la astenia primaveral.

De cualquier manera, hay estudios que indican que puede haber una relación causal entre esta sensación de fatiga y falta de energía durante la primavera con el cambio de clima y con los procesos alérgicos que son comunes durante esta época del año.

También se cree que puede producirse debido a cambios en los horarios de la luz solar y en los ciclos hormonales. Los especialistas consideran que con la llegada de la primavera se altera la regulación hipotalámica, y disminuyen los niveles de hormonas y neurotransmisores importantes como las feniletilaminas, las beta-endorfinas y las serotoninas.

De forma resumida, podemos decir que estos son los factores que más influyen en la prevalencia de la astenia primaveral, pero que no necesariamente son una causa directa de ella:

  • Cambio estacional y luz solar.
  • Desequilibrio de serotonina y melatonina.
  • Estrés y falta de descanso.
  • Dieta con carencias nutricionales.
  • Vida sedentaria y poca actividad.

Hay que tener presente que la astenia primaveral no afecta a todas las personas, por lo que además de las variaciones climatológicas, es posible que también haya alguna predisposición personal a padecer de este tipo de fatiga.

En nuestros artículos sobre la importancia de la hidratación y sobre alimentos con melatonina brindamos recomendaciones para mantener la energía, mejorar la calidad del sueño y evitar problemas de fatiga física y mental. Darle un vistazo puede ayudar a planificar estrategias efectivas para combatir la astenia primaveral. 

Hombre con síntomas de astenia primaveral

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Diagnóstico médico cuando se sospecha de astenia primaveral

Los síntomas de la astenia primaveral no son graves, y aunque pueden interferir con las actividades diarias y hacer que todo resulte más difícil de hacer, suele ser algo temporal que se pasa con los días. Sin embargo, Georgetown Behavioral Health Institute señala que cuando el malestar se prolonga durante algunas semanas, o está acompañado de síntomas de ansiedad o depresión, es necesario buscar ayuda con un profesional de la salud.

Un médico puede hacer una evaluación clínica para determinar cuál es la causa del malestar y descartar que se trate de síntomas vinculados a una afección de salud.

Hay que tener presente que la astenia primaveral no es una enfermedad o condición médica en sí, sino que hace referencia a un grupo de síntomas que se pueden presentar durante el paso del invierno a la primavera. De manera que lo único que pueden hacer los médicos para determinar si se trata de este tipo de malestar, es indagar sobre la duración de los síntomas, su impacto en la vida cotidiana y la presencia de otros signos asociados.

El médico puede solicitar análisis de sangre para revisar los niveles hormonales, el perfil tiroideo, la función hepática, y también para detectar posibles deficiencias nutricionales como la falta de hierro, vitamina D o B12, que pueden producir fatiga y desánimo. El propósito de esto es descartar que se trate de anemia, hipotiroidismo, insomnio o cuadros depresivos.

En caso de que no se encuentren causas orgánicas y el malestar coincida con la llegada de la primavera, la fatiga no se prolongue más allá de unas semanas y no interfiera gravemente con la funcionalidad diaria, el diagnóstico más probable será una astenia primaveral.

Muchas veces, la solución es más simple de lo que parece, y la recomendación de los especialistas puede estar orientada a tener una dieta balanceada, tomar medidas para combatir el estrés y practicar algún tipo de actividad física durante la semana. 

Mujer con cansancio y fatiga

¿Qué hacer frente a la astenia primaveral?: soluciones efectivas

En los artículos de Sanitas y de Georgetown Behavioral Health Institute que citamos antes, encontramos algunas recomendaciones clave para hacer frente a la astenia primaveral y superar sus síntomas. Estas son algunas de ellas:

  • Priorizar la calidad del sueño: dormir bien es clave para recuperar la energía. Por ello los médicos recomiendan establecer una rutina de descanso, evitar pantallas antes de acostarse y procurar un ambiente oscuro y silencioso puede ayudar a mejorar el sueño y reducir la fatiga.
  • Mantenerse activo y hacer ejercicio físico moderado: actividades como caminar, nadar o hacer yoga, estimula la producción de endorfinas, mejora el estado de ánimo y ayuda a contrarrestar la sensación de cansancio que provoca la astenia primaveral.
  • Tener una buena alimentación: seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, ayuda a mantener estables los niveles de energía y a evitar bajones durante el día.
  • Hidratarse lo suficiente durante el día: la deshidratación leve puede acentuar la sensación de cansancio. Beber agua con regularidad, incluso si no se tiene sed, contribuye a mejorar el estado general del cuerpo y la mente.
  • Mantener bajo control las alergias: si se sufre de alergias, es importante seguir el tratamiento indicado por el médico. Reducir los síntomas alérgicos puede mejorar la calidad del sueño y disminuir la fatiga.
  • Anticiparse al cambio de horario: adaptarse progresivamente al nuevo ritmo de luz solar puede hacer más suave la transición. Acostarse y levantarse unos minutos antes cada día, una semana antes del cambio de hora, puede ayudar al cuerpo a ajustarse mejor.
  • Buscar apoyo psicológico si es necesario: si el malestar emocional se prolonga o se intensifica, acudir a un profesional de salud mental puede ser muy útil. La orientación terapéutica ayuda a gestionar mejor el estrés y a evitar que la fatiga emocional se convierta en un problema mayor.

Estas son tan solo algunas de las medidas que se pueden tomar. En cuanto al uso de suplementos, los especialistas señalan que solo se deben consumir bajo recomendación y supervisión médica, ya que la automedicación tiene ciertas contraindicaciones.

Para entender mejor los efectos de ciertas vitaminas y minerales sobre el cuerpo, recomendamos leer algunos de nuestros artículos, en los que explicamos para qué es bueno el magnesio y para qué sirve la serotonina, una hormona que mencionamos en apartados anteriores. 

Consejos para prevenir que la astenia primaveral afecte tu bienestar

La astenia primaveral se puede prevenir, y para ello solo hay que tomar algunas medidas. La predisposición que puedan tener las personas a padecer de este malestar se puede reducir teniendo un estilo de vida saludable, practicando ejercicios de bajo impacto, llevando una dieta equilibrada, y evitando factores de riesgo importantes como la privación del sueño.

Asimismo, se recomienda tener un nivel adecuado de exposición diaria al sol, consumir alimentos ricos en vitamina D, y tener rutinas de descanso estables.

Debido a que no se conocen sus causas no es algo que se pueda prevenir por completo, pero sí que se pueden reducir las probabilidades de que se presente.