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El síndrome de abstinencia alcohólica es una condición que puede presentarse cuando una persona reduce o deja de consumir alcohol de forma repentina, tras haber desarrollado una dependencia. Se trata de un problema de salud pública muy importante, ya que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Un artículo publicado en la National Library of Medicine resalta que hasta un 50 % de las personas con antecedentes de consumo excesivo de alcohol experimenta algún tipo de grado de abstinencia después de suspender el consumo de esta sustancia.
Hablar de este tema resulta fundamental, ya que muchas personas no saben qué esperar cuando intentan dejar de beber o cómo acompañar a alguien que está atravesando este proceso. Precisamente por esto, explicamos qué es el síndrome de abstinencia alcohólica, cuáles son sus síntomas más comunes y qué riesgos puede implicar.
ÍNDICE
¿Qué es el síndrome de abstinencia alcohólica y por qué ocurre?
Un artículo titulado Alcohol withdrawal syndrome: mechanisms, manifestations, and management explica qué es el síndrome de abstinencia alcohólica, y resalta que se trata de una condición de salud que se presenta cuando se interrumpe de manera abrupta el consumo excesivo o constante de alcohol, ya sea de manera intencional o no.
Este síndrome puede surgir entre las 6 y 24 horas posteriores al último consumo y se caracteriza por síntomas como temblores, ansiedad, náuseas, sudoración, insomnio y, en casos graves, convulsiones y delirium tremens. La severidad de estos síntomas varía según la duración y cantidad del consumo de alcohol, así como factores individuales como la edad y la salud general del paciente.
Según el artículo que recién citamos, hasta un 8 % de los pacientes hospitalizados por trastornos por consumo de alcohol presentan el síndrome de abstinencia alcohólica. Esto hace que las hospitalizaciones se prolonguen, y que en los casos más graves, se requiera de tratamientos específicos en la unidad de cuidados intensivos.
A diferencia de la intolerancia al alcohol, en la cual el cuerpo es incapaz de metabolizar adecuadamente el alcohol debido a deficiencias enzimáticas, el síndrome de abstinencia alcohólica se desarrolla por la dependencia física y psicológica de esta sustancia.
El diagnóstico de esta condición se realiza principalmente a través de la evaluación clínica, mediante la observación de los síntomas del paciente. Además, se toma como referencia lo establecido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que establece dos condiciones como criterio:
- Debe existir evidencia clara de la interrupción o disminución significativa del consumo de alcohol, en una persona con antecedentes de consumo prolongado y excesivo.
- Los síntomas observados no deben atribuirse a otras condiciones médicas ni a otros trastornos mentales.
Además, se puede apoyar el diagnóstico con escalas clínicas como la CIWA-Ar (Clinical Institute Withdrawal Assessment for Alcohol Revised), que permite cuantificar la severidad del síndrome de abstinencia.
Tratamientos para aliviar el síndrome de abstinencia alcohólica
Los tratamientos para el síndrome de abstinencia alcohólica son muy variados, y según Cleveland Clinic, se enfocan en reducir los síntomas, prevenir complicaciones y tratar los problemas relacionados al trastorno por consumo de alcohol.
El tratamiento que se aplica a cada paciente depende de la gravedad de la abstinencia de alcohol, y a las probabilidades de que se presenten complicaciones. En los casos leves, puede bastar con vigilancia médica, hidratación y control de síntomas; mientras que en los casos severos se requiere de sedantes, suero intravenoso y cuidados intensivos.
Estos son algunos de los tratamientos más comunes:
- Tratamiento médico y farmacológico: el tratamiento del síndrome de abstinencia alcohólica requiere supervisión médica, especialmente en los casos moderados o graves. Para aliviar los síntomas se puede utilizar diferentes medicamentos, sobre todo benzodiazepinas como diazepam y clonazepam.
- Apoyo psicológico y terapias complementarias: debido a que hay una relación directa entre alcohol y ansiedad, y que la dependencia también tiene un componente psicológico, se puede requerir del apoyo de un profesional de la salud mental para enfrentar el proceso de abstinencia. La terapia cognitivo-conductual puede ser de mucha ayuda.
Además de los medicamentos que ya mencionamos, es posible que el médico recomiende líquidos intravenosos para la deshidratación, medicamentos para las náuseas y vómitos, y suplementos de tiamina y folato para tratar la deficiencia nutricional.
De igual manera, es necesario resaltar la importancia que tiene el cuidado en casa, ya que el apoyo emocional y la motivación de los amigos y familiares puede contribuir al bienestar de la persona que presenta este síndrome. En este sentido, se recomienda ayudar a la persona a obtener el descanso adecuado y asegurarse de que tenga una buena alimentación e hidratación.
Antes de pasar al siguiente punto, recomendamos leer nuestro artículo sobre ejercicios de respiración para la ansiedad, ya que los consejos que compartimos en él pueden ser muy útiles para quienes deben lidiar con los síntomas del síndrome de abstinencia alcohólica.

Supervisión médica durante el síndrome de abstinencia alcohólica
MedlinePlus señala que mientras se supera el síndrome de abstinencia alcohólica es necesario que alguien esté pendiente de la salud del paciente. En los casos más graves, se debe estar bajo supervisión médica, ya que hay riesgo de que se presenten complicaciones de salud importantes.
Vale resaltar que el tratamiento muchas veces requiere de exámenes especializados, y del consumo de medicamentos y sedantes para mitigar los efectos de esta condición, por lo que es indispensable contar con las recomendaciones de un especialista.
Asimismo, un artículo de StatPearls titulado Alcohol Withdrawal Syndrome, señala que este síndrome puede progresar muy rápido, e incluso llegar a ser mortal.
American Addiction Center también habla del tema, y explica que cuando las personas tratan de desintoxicarse del alcohol sin la supervisión de un especialista, pueden pasar de una etapa moderada del síndrome a una etapa grave, en la que se pueden presentar alucinaciones visuales o auditivas, convulsiones, desorientación y otros síntomas peligrosos.
Para evitar cualquiera de los riesgos que se corre al no tratar el síndrome de abstinencia alcohólica de la forma adecuada, se recomienda acudir a centros especializados en desintoxicación, ya que estos espacios no solo ofrecen atención médica, sino también contención psicológica, terapias grupales e intervenciones personalizadas, en un entorno seguro y preparado.
Los profesionales que trabajan en este tipo de centros están capacitados para ayudar a las personas a lidiar con sus síntomas, y calmar la ansiedad que provoca la abstención del alcohol. Cuando las personas tienen antecedentes de consumo severo o enfermedades médicas asociadas, la internación en uno de estos centros puede ser la opción más segura.
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Estrategias para mantener la abstinencia y evitar recaídas
Los beneficios de no beber alcohol son muy amplios y pueden sentirse tanto a corto como a largo plazo. Desde una mejora significativa en la calidad del sueño, la claridad mental y el estado de ánimo, hasta una reducción en el riesgo de enfermedades hepáticas, cardiovasculares y trastornos psiquiátricos.
Sin embargo, superar la dependencia del alcohol y evitar recaídas en el futuro no es algo tan sencillo. Precisamente por eso es que se requiere del acompañamiento de un profesional de la salud, y en muchos casos, de estrategias para controlar la ansiedad y el deseo de consumir bebidas alcohólicas.
Una de estas estrategias es la de acudir a grupos de apoyo, en el que personas que han experimentado los mismos problemas ofrecen contención y refuerzan el compromiso con la decisión de no beber más alcohol. En este tipo de grupos se promueven enfoques como el de los 12 pasos para dejar el alcohol, un programa desarrollado por Alcohólicos Anónimos, con el que muchas personas han logrado mantenerse sobrias durante años.
Además de los grupos de apoyo, es fundamental implementar cambios en la rutina diaria que ayuden a disminuir el estrés y ocupar el tiempo de manera constructiva. Las actividades físicas, como caminar, nadar o practicar yoga, no solo mejoran el estado de ánimo, sino que también reducen la ansiedad y regulan el sueño.
El entorno cercano, pero sobre todo el familiar, también tiene un papel clave, ya que puede funcionar como una red de apoyo emocional. Tomar algunas medidas, como evitar el consumo de alcohol dentro del hogar, acompañar a la persona a practicar actividades saludables y mantener una comunicación abierta y empática puede hacer la diferencia.
En el artículo en que hablamos sobre la recaída de tabaco hablamos también sobre esto, resaltando los efectos que pueden tener los factores ambientales y sociales en las adicciones.
Para finalizar, recomendamos la lectura de uno de nuestros artículos, en el que explicamos cuáles son algunas de las preguntas frecuentes sobre el alcoholismo. A pesar de que es una condición que afecta a millones de personas a nivel global, existe mucho desconocimiento sobre el tema.